¿Cómo producimos la voz?
En la emisión de sonido de la voz participan:
- la musculatura respiratoria de la caja torácica, con los pulmones como suministradores de aire.
- las cuerdas vocales en la laringe, como generadores de la vibración.
- las cavidades, entre otras, de la frente , la nariz, la boca, la tráquea y los pulmones como resonadores.
Las cuerdas vocales son bandas dotadas de un músculo interno, el cual varía la tensión y la forma de los bordes de las cuerdas.
En posición de fonación, las cuerdas vocales están cerradas. Al aumentar la presión del aire se abren brevemente y se cierran nuevamente tras el paso de un golpe de aire. Este proceso ocurre periódicamente y conduce a la formación de sonido.
La altura de sonido depende de la tensión y de la longitud de las cuerdas vocales.
Las cavidades resonadoras son responsables del timbre de la voz: por debajo de la laringe está la tráquea y la cavidad pulmonar; por encima, las cavidades palatal, nasal y frontal, así como el cráneo.
Cuando queremos emitir un sonido, ya sea para hablar o cantar, las cuerdas vocales se cierran. En esta situación el aire espirado no encuentra vía libre para salir y se crea una presión; cuando ésta alcanza un grado determinado, vence la resistencia que ofrecían las cuerdas vocales y al pasar a través del espacio que éstas le dejan las hace vibrar, produciendo un leve sonido que será más grave o más agudo según el grado de tensión a que sean sometidas (entre otras condiciones). El sonido resultante se amplificará y se modificará al pasar por las cavidades de resonancia. Estas cavidades son espacios vacíos de la vía respiratoria.